lunes, 28 de abril de 2014

Traduemprende 2013: oportunidades, reflexiones y opiniones / "Making your name in the translation industry" (Lloyd Bingham)

Hoy voy a analizar el penúltimo vídeo de la serie Traduemprende. El ponente, Lloyd Bingham, empieza en español y explica que hablará en inglés, primero porque él mismo afirma no dominar suficientemente el español hablado; en segundo lugar, porque siempre es bueno aportar algo de variedad lingüística.

Lloyd introduce la ponencia presentando su perfil y trayectoria profesional para poder explicar cómo un traductor puede darse a conocer. La primera pregunta que surge es: ¿qué significa darse a conocer y hacerse un nombre? Sin duda alguna, es imprescindible contar con el apoyo de los compañeros de trabajo y entablar relaciones con ellos. De hecho, mientras que el trabajo individual es indispensable para afirmar la presencia del traductor y aportarle credibilidad, hay que compartir constantemente los conocimientos con los compañeros.

Por lo que respecta al uso de la marca, lo primero es esforzarse lo más posible por destacar y distinguirse de la competencia. El primer elemento que hay que tener en cuenta para alcanzar este objetivo es el logo, que puede consistir en nombre, localización o lenguaje, por ejemplo, pero de todos modos tendrá que ser lo más llamativo posible para atraer a los potenciales clientes y colaboradores.

Además, como es lógico, Lloyd habla de la importancia de redes sociales y blogs como herramientas esenciales para hacerse un nombre y comunicarse con potenciales compañeros y clientes. En concreto, los define como
"la mejor manera de conectar con traductores y darte a conocer" (véase esta entrada en el blog de Leon Hunter)
Básicamente, como bien apunta Lloyd, la diferencia estriba en el enfoque con el que utilicemos ambos medios de comunicación: las redes sociales sirven para compartir materiales propios y ajenos que pueden estar relacionados con cualquier tipo de tema, mientras que en los blogs lo mejor es dedicarnos a tratar de un tema desde un punto de vista original, teniendo en cuenta los siguientes aspectos: contenidos, audiencia, identidad e interactividad.

Por último, Lloyd recomienda cuidar el currículum. Es muy importante que sea diferente y que se modifique según la empresa a la que se envíe o el trabajo deseado; además, en el ejemplo de currículum que muestra, la información tiene que aparecer en el siguiente orden:
  1. datos personales y de contacto
  2. especialidades y áreas de experiencia
  3. estudios y conocimientos
  4. experiencia laboral
  5. formación relacionada con la traducción
  6. membresía en alguna organización
  7. experiencia relacionada y otros idiomas
Para concluir, como de costumbre, os dejo el vídeo de la ponencia. Espero que disfrutéis :)

domingo, 27 de abril de 2014

Gabriel García Márquez y la traducción: reflexión sobre el trabajo del traductor

Sé que va con bastante retraso, pero a raíz de la muerte de Gabriel García Márquez, hoy quiero comentar un interesante artículo donde el insigne escritor expresa su opinión acerca de la traducción y de los traductores. Antes que nada, tengo que darle las gracias a Scheherazade Surià (Las 1001 traducciones) por señalar este interesante artículo de El País: "Los pobres traductores buenos", escrito por Gabriel García Márquez en junio de 1982.

En este artículo, básicamente, el autor reconoce las dificultades que acarrea la labor del traductor. En el primer párrafo, en concreto, hace algunas afirmaciones interesantes:

Alguien ha dicho que traducir es la mejor manera de leer. Pienso también que es la más difícil, la más ingrata y la peor pagada. Tradittore, traditore, dice el tan conocido refrán italiano, dando por supuesto que quien nos traduce nos traiciona. Maurice-Edgar Coindreau, uno de los traductores más inteligentes y serviciales de Francia, hizo en sus memorias habladas algunas revelaciones de cocina que permiten pensar lo contrario. "El traductor es el mono del novelista", dijo, parafraseando a Mauriac, y queriendo decir que el traductor debe hacer los mismos gestos y asumir las mismas posturas del escritor, le gusten o no. [...] Cuando se lee a un autor en una lengua que no es la de uno se siente deseo casi natural de traducirlo. Es comprensible, porque uno de los placeres de la lectura -como de la música- es la posibilidad de compartirla con los amigos.

Pero la más atinada, sin duda alguna, es la siguiente:

[...] desde hace mucho traduzco gota a gota los Cantos de Giaccomo Leopardi, pero lo hago a escondidas y en mis pocas horas sueltas, y con la plena conciencia de que no será ese el camino que nos lleve a la gloria ni a Leopardi ni a mí. Lo hago sólo como uno de esos pasatiempos de baños que los padres jesuitas llamaban placeres solitarios. Pero la sola tentativa me ha bastado para darme cuenta de qué difícil es, y qué abnegado, tratar de disputarles la sopa a los traductores profesionales.

Muy bien dicho, sí señor, aunque en realidad no creo que el problema estribe en "disputarles la sopa a los traductores profesionales" (y es que esta frase, en este contexto, denota una humildad que ya me encantaría poseer), sino en que el público se dé cuenta del trabajo que hay detrás de una traducción bien hecha, empezando por el hecho de que


el traductor debe hacer los mismos gestos y asumir las mismas posturas del escritor, le gusten o no.


Esto significa que, como ya sabemos, el traductor tiene que restituir el sentido del texto original cambiando lo menos posible, lo que conlleva un trabajo previo de lectura, de investigación, de estudio, de formación del pensamiento y de escritura que lleva muchos años y que, claro está, una vez que nos ha permitido convertirnos en profesionales, merece respeto y remuneración.

Digo esto porque últimamente estoy buscando más clientes de los que ya tengo, pero a todas luces, o bien algo hago mal, o bien mucha gente piensa que los traductores vivimos de aire. Alguien fue capaz de contestarme extrañado, alegando que mi tarifa era "muy alta", y eso que trato de ser bastante realista en ello. Bueno, leyendo varios foros, blogs y grupos de Facebook me he dado cuenta de que la cosa está incluso peor de la que he vivido en persona, pero me pregunto: ¿habrá una manera de adquirir clientes y al mismo tiempo, conseguir que la remuneración sea adecuada? Mientras busco la respuesta, intentaré no dormirme en los (escasos) laureles, mantenerme constantemente al día, cuidar el llamado networking y...cruzar los dedos. ;-) De momento, vuelvo a leer el fantástico artículo que ha inspirado esta entrada. Por supuesto, mucho ánimo a los chicos que se acaban de licenciar, a los que se encuentran en mi misma situación y a los traductores expertos, y que la situación mejore.

jueves, 10 de abril de 2014

Otro proyecto: El rincón del libro

Hoy interrumpo otra vez la serie de entradas sobre Traduemprende para hablar de otro proyecto que decidí poner en marcha en 2012, pero que tuve que dejar de lado y no pude retomar hasta hace pocos días. Se trata de un blog que he titulado "El rincón del libro", aunque he decidido escribirlo en italiano, y trata de todo tema relacionado con libros y cultura, a saber: reseñas, comentarios, eventos, etc. De momento he puesto dos reseñas de libros y una de una página Facebook, pero estoy preparando otras. Además, he decidido poner a prueba mis habilidades de escritura (es broma, que conste: nunca me he considerado capaz de escribir como se debe) y publicar algunos relatos breves. En pocas palabras, en las semanas que vienen estaré hasta arriba de trabajo aunque no sea traducir ;)

jueves, 3 de abril de 2014

Traduemprende 2013: oportunidades, reflexiones y opiniones / "Vida de autónomos" (Alessio Demartis)

La serie de entradas relacionadas con Traduemprende está a punto de terminar y, antes de ponerme a escribir otras entradas, quiero analizar los vídeos que faltan. En concreto, hoy voy a analizar la ponencia "Vida de autónomo". El ponente, Alessio Demartis, nos cuenta los primeros pasos para empezar la profesión a través de una simpática comparación con la película "La vida de Pi". Por si no habéis visto la peli (lo dudo, pero bueno, nunca está mal hacer un pequeño resumen), Pi es un chico que se muda con la familia a Canadá y tras un neufragio, se queda huérfano y encallado en un bote salvalvidas. Pues bien, Alessio utiliza esta atinada metáfora para describir el empinado camino del principiante: Pi es el autónomo, que tiene pocos recursos para salvarse, y en el mar pululan las oportunidades, a saber: los clientes. Se trata, pues, de alcanzarlos sin caer al agua, escapando del tigre (que serían las agencias) y finalmente, luchando contra la hiena/el miedo a fracasar y los orangutanes/los traductores improvisados o que no poseen el título.

A partir de esta metáfora, Alessio describe las dificultades que conlleva dar los primeros pasos en la jungla de este negocio. Para empezar, presenta las herramientas: en primer lugar, el currículum. Alessio nos recomienda que tengamos y actualicemos al menos dos: uno para agencias y otro para clientes. Naturalmente, en el currículum tienen que aparecer de manera visible y clara nuestros datos, un resumen de nuestra experiencia, si formamos parte de alguna asociación y, por obvias razones, software que utilizamos. Yo, por mi parte, añadiría que el currículum de un traductor tendría que mostrar en la parte superior cualquier dato relacionado con la profesión, a saber, áreas de especialización, cantidad de palabras que se pueden traducir a diario, años de experiencia y pares lingüísticos.

Asimismo, hoy en día las redes sociales son una herramienta imprescindible para el traductor . Empecemos por Linkedin: aunque Alessio apunta que

"no se trata de un currículum al uso, por lo que se pueden incluir fotos menos serias, resúmenes y un carácter más discursivo de nuestras experiencias y conocimientos" (véase esta entrada en el blog de Leon Hunter)

creo que es más bien lo contrario: se trata, en mi opinión, de un lugar en el que, además de foros de debate y charlas más o menos formales, los profesionales pueden publicar el currículum tratando de poner el énfasis en su imagen profesional y de establecer contactos con compañeros de trabajo y empresas. Por lo que se refiere a ProZ, Alessio aconseja centrarse en las especializaciones, en los webinarios y en los cursos de formación, dejando de lado las subastas. Por mi parte, además de seguir esta recomendación, participé en un PowWow que tuvo lugar en Viterbo, muy cerca de mi pueblo, y aunque no me dio oportunidades laborales me resultó muy beneficioso en cuanto a relaciones con otros compañeros. Por lo que concierne Facebook, Twitter y Google+, se trata de servicios que nacieron como redes sociales y que, a lo largo del tiempo, se han ido convirtiendo en herramientas indispensables y beneficiosas tanto para promocionarse, como para entablar y mantener relaciones con otros traductores. Personalmente, por ejemplo, me vienen muy bien sobre todo para estar al tanto de las novedades y de todo tema relacionado con la profesión.

Por último, Alessio aborda el tema de las agencias y da sugerencias para encontrarlas, haciendo hincapié en la importancia de la comunicación por teléfono y del contacto directo. En concreto, uno de los trucos para tener éxito es contactar con las agencias de forma llamativa, para distinguirse de la competencia. Otros elementos que hay que cuidar son la relación con las agencias y la negociación de las tarifas.

Para concluir, os dejo el vídeo de la presentación y os comento que la he guardado en mis favoritos, ya que aborda unos temas que el traductor novel no puede descuidar.